UNA
NUEVA GUERRA FRÍA: EL CIBERESPIONAJE
Fuente: RT en español, 2013
Edward Snowden, antiguo miembro
de la NSA, Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos, filtró en 2013 varios
documentos, hasta entonces secretos, del Gobierno de EEUU, en los que quedaba
patente el férreo control de este ejercía a nivel mundial, mediante el
denominado ciberespionaje, bajo el
pretexto de la seguridad nacional. De esta manera, Snowden es calificado por
muchos de traidor de su patria, por lo que fue condenado. Por ello, fue acogido
por el gobierno de Rusia. Sin embargo, también es considerado por otros tantos
como un verdadero héroe, de acuerdo con un artículo de El País de 20131, pues sacó a la luz una información que la propia
población debía conocer. Tal y como explican fuentes de la Agencia Europa Press2,
incluso recibió el Premio Nobel Alternativo, el premio sueco Right Livelihood,
por su defensa de la libertad de prensa, y de la libertad en general. Al fin y
al cabo, este caso representa una vez más el conflicto entre la libertad
individual y la protección de la seguridad nacional, como analizaremos a
continuación.
Este dominio se ha ejercido tanto sobre la población como sobre distintos gobiernos; con un tipo de política que incluso se ha puesto en práctica para controlar a estados aliados y a la propia UE. Por ejemplo, un caso actual es el relacionado con Israel, aliado de EEUU. Uno de los artículos más recientes de El País, de enero de 2016 (véase abajo, en Principales referencias)3, afirma que documentos de Snowden revelan que el gobierno estadounidense estuvo espiando a drones militares israelíes, al menos desde 1998.
Este dominio se ha ejercido tanto sobre la población como sobre distintos gobiernos; con un tipo de política que incluso se ha puesto en práctica para controlar a estados aliados y a la propia UE. Por ejemplo, un caso actual es el relacionado con Israel, aliado de EEUU. Uno de los artículos más recientes de El País, de enero de 2016 (véase abajo, en Principales referencias)3, afirma que documentos de Snowden revelan que el gobierno estadounidense estuvo espiando a drones militares israelíes, al menos desde 1998.
Edward Snowden: ¿héroe o traidor?
Los documentos
revelados por Snowden han tenido un gran impacto, pues advierten que las
grandes empresas de las redes sociales proporcionan información a EEUU, lo cual
pone de manifiesto la doble faceta de estas. Por un lado, pueden parecer un
lugar apto para la libertad de expresión e información; pero, por otro lado, también
pueden utilizarse como herramientas muy eficaces para el control, censura y penalización
que ejercen los gobiernos. Esto es debido a que resulta bastante fácil, a través
de estos instrumentos, localizar cualquier identidad personal. Pero no solo
esto, es más: el gobierno estadounidense cuenta, además, con otros sofisticados
métodos para llevar a cabo dichas actividades; como, por ejemplo, importantes
bases de datos, hackers o técnicas
para la manipulación de teléfonos. En el caso concreto de EEUU, toda esta gran
empresa es realizada por PRISM, pero también existen otras redes relevantes de ciberespionaje, como Echelon. En un
principio, esta última se creó para combatir con la URSS, en el contexto de la
Guerra Fría. No obstante, actualmente sigue vigente y es una plataforma compuesta
por UKUSA, es decir, por EEUU, Reino Unido, Nueva Zelanda y Australia4. En este
sentido, al “gran dirigente Echelon” se puede equiparar con un gran líder que
todo lo ve, al igual que el “El Gran Hermano” de George Orwell.
El impacto de todo ello ha suscitado una crisis diplomática, una cierta exacerbación y una verdadera polémica. Esta crisis diplomática ha causado un gran revuelo, pues con las declaraciones de Snowden salió a la luz, por ejemplo, la manipulación de los teléfonos de Ángela Merkel o François Hollande. Ante esto, la propia Ángela Merkel llegó a afirmar que no iba a tolerar dicha clase de prácticas5. No obstante, conforme al propio Snowden, algunos gobiernos, como el de la misma Alemania, ya conocían esta situación antes de hacerse públicos los informes, pues incluso habían utilizado este tipo de espionaje para beneficio propio6.
EEUU, por su parte,
se justifica con “el lema de la seguridad nacional”. A menudo la prensa, tal y como
algunas fuentes de El País afirman7, identifica el origen de esta política de
espionaje estadounidense con el atentado del 11-S, que impulsó el Patriot Act, una ley que permitía dicho
control bajo el pretexto de la protección de la seguridad nacional. No
obstante, desde un punto de vista crítico e histórico, podemos afirmar que estas
medidas están influenciadas por algunas ideologías estadounidenses, como son la
Doctrina Monroe o “El Destino Manifiesto” de O'sullivan; dos doctrinas que
emergerán en distintos períodos de la historia en la sociedad estadounidense. La
primera doctrina se basa en un discurso profundamente antieuropeo, en defensa
de EEUU como una potencia continental que quiere desentenderse del resto del
mundo. Algunos estudiosos sostienen que esto viene dado por la propia
mentalidad de aislamiento del empresario estadounidense, que pretendía vivir
ajeno al exterior (a los impuestos del estado, los ataques de los indios, la
guerra de México o la competencia exterior). Mientras tanto, el “Destino Manifiesto”
fue una expresión dada por el periodista O'sullivan, que sostenía que EEUU
tenía que ser un referente o modelo moral y político en el mundo: la idea de
liderazgo mundial se fusionaba con la de un repliegue exterior. Por ejemplo, en
el contexto de la Guerra Fría se utilizó esta doctrina, así como en la entrada
de EEUU en otras guerras, como la Guerra de Vietnam. Como se puede observar,
estas ideas distintas de liderazgo han podido influir claramente también en la
política de ciberespionaje norteamericano.
No obstante, debido a
la presión internacional y al propio debate nacional, Obama en 2015 impulsó el denominado USA Freedom Act. En teoría esta legislación suprime el Patriot Act de George Bush, y defiende
la idea de que el gobierno no puede tener ciertos datos de los ciudadanos. Pese
a ello, esto es en realidad una mera y escasa limitación, pues solo prohíbe algunos
controles en la comunicación por vía telefónica, como tener acceso a la
duración de las llamadas8. En definitiva: las
políticas del PRISM y el Echelon continúan. Además, poco después de aprobar
esta ley, EEUU acusó a China de un tipo de ciberespionaje
por el cual habría conseguido numerosos datos de funcionarios; aunque, posteriormente,
en septiembre de 2015, Obama declaró que había llegado a un pacto con China,
para cesar este tipo de vigilancia9.
Por ende, podemos
concluir que el conflicto entre la seguridad nacional y la libertad individual
sigue presente en nuestras sociedades. Está claro que la política de seguridad
nacional de EEUU supone una violación o intromisión de la libertad individual,
y en todo lo que ella deriva (libertad de expresión, de información, etc.).
Todo ello es considerado por algunos como una intromisión ilegítima, mientras
que otros la consideran completamente válida. Por ello, no es de extrañar que
Edward Snowden sea calificado de traidor y a la vez de héroe, como menciona un
artículo de El País que data de 2013, al que hacíamos alusión al principio de
esta entrada. La libertad es uno de los principios básicos para el correcto
funcionamiento de las sociedades plurales y democráticas, por lo que si esta se
ve violada o mermada, el propio régimen democrático puede verse tambaleado. La
injerencia en la libertad individual se podría justificar con la defensa de la
protección de la seguridad nacional. Esto en un principio se nos presenta como algo
bastante útil para la sociedad; por ejemplo, para combatir con el terrorismo u
otros tipos de crímenes. Pese a ello,
hay que tener cuidado con el doble filo de este discurso, ya que también
puede ser la venda que oculte intereses económicos y políticos de las grandes
potencias mundiales, como es EEUU. Dichos intereses han derivado en una serie
de tensiones internacionales que, aunque no sean de carácter militar, no dejan
de ser confrontaciones. En definitiva, estamos ante “una nueva guerra fría” que
ya amenaza y ya ha puesto en peligro la estabilidad de la diplomacia, así como
también ha supuesto una asechanza para todo el sistema democrático.
Principales referencias y notas a pie de página
1 Artículo de El País: “Edward
Snowden: ¿héroe o traidor?” (2013)
2 Artículo de la agencia Europa
Press: “Edward Snowden gana el Premio Nobel Alternativo” (2014)
3 Artículo de El País: “EEUU y
Reino Unido espiaron los drones militares de Israel” (2016)
4 Vídeo de RT en español: "El gigante de espionaje de EEUU, que no estaba dormido" (2013)
5 Artículo de La Nación: “Crece el escándalo
del ciberespionaje: EEUU habría hackeado
a Merkel” (2013)
6 Artículo de El País: “Alemania
conocía y utilizó los sistemas de espionaje masivo de EEUU, según `Bild´” (2013)
7 Artículo de El País: “La batalla
global por los datos” (2015)
8 Artículo de El País: “La batalla
global por los datos” (2015)
9 Artículo: “EEUU y China llegan a
un acuerdo sobre el espionaje”