EL FENÓMENO CROWD
El
fenómeno crowd (concepto de multitud,
en relación a proyectos colectivos) está cada vez más presente en nuestra
sociedad (crowdfunding, crowdmapping, etc.); lo cual viene dado
por las ventajas que presenta. Este fenómeno se rige por una lógica descentralizada
que aporta ciertos beneficios sociales, aunque no conviene edulcorarlo. Por
ello, a continuación, se analizan distintos ejemplos, así como las ventajas e
inconvenientes del fenómeno.
Como
ya hemos mencionado, el fenómeno crowd
abarca, a su vez, distintos procesos, como el crowdfunding, además de otros. El fenómeno más general, que se
puede afirmar que hace referencia también al resto, es el crowdsourcing. Aunque haya varias definiciones, todas ellas hacen referencia
a un tipo de inteligencia y conocimiento abiertos, dados e impulsados por las
ventajas que reporta la colaboración en grupo o en comunidad1. Algunos
ejemplos de crowdsourcing son Wikipedia (enciclopedia digital abierta),
Flickr (red social enfocada a las
audiovisuales) o Patata Brava (sitio
web destinado a compartir apuntes universitarios). Un ejemplo más concreto es Bellingcat, una plataforma en la que
participan distintos periodistas independientes, para desarrollar
investigaciones colectivas sobre distintos temas. La plataforma fue impulsada
por el periodista Eliot Higgins, también conocido por su pseudónimo Brown Moses2.
Fuente: Youtube (canal neus soler)
Otros fenómenos dentro del crowd son el crowdfunding y el crowdmapping.
Por un lado, el crowdfunding se define
como un fenómeno de financiación mancomunada. En ella, se introducen los
capitales de numerosos inversores, y puede utilizarse para diversos proyectos, como
campañas publicitarias, investigaciones, proyectos periodísticos y/o artísticos3.
Una muestra de ello es La Mecha,
revista impulsada por universitarios de la Carlos III de Madrid, la Rey Juan
Carlos I y otras universidades de Madrid. Por otro lado, el crowmapping se define como una
geolocalización, en la cual participan un grupo de personas. Dentro del crowmapping, intervienen el uso de las
nuevas tecnologías; y, entre estas, hallamos aplicaciones o incluso la
herramienta de Google Maps. Este tipo de crowd
se impulsó sobre todo tras algunos desastres naturales, como el terremoto de
Haití de 2010, para la geolocalización de desaparecidos4.
Además,
estas no son las únicas funciones del fenómeno crowd, sino que se le pueden dar numerosos usos. Por ejemplo, en
Rusia se ha impulsado una aplicación de uso colectivo, denominada Bribr, en la
que se recogen estadísticas y denuncias anónimas de corrupción5. Por
consiguiente, tal y como se pone de manifiesto en los ejemplos, el fenómeno crowd puede ser algo beneficioso para la
sociedad. En primer lugar, una de sus principales ventajas es el riesgo
compartido en cualquier proyecto o iniciativa que pudiera salir mal, así como los costes compartidos. Dicho de
otra forma, esto hace que el riesgo individual sea menor, lo cual es de suma relevancia
a la hora de invertir dinero para un proyecto. En segundo lugar, hallamos, en
líneas generales, un aprovechamiento de las nuevas tecnologías, que se ponen al
servicio del proyecto. Finalmente, otro de los puntos fuertes del fenómeno crowd es que contribuye a que haya un
mayor pluralismo; y, por ende, a una menor concentración de poder en una sola
persona. El garante del proyecto no es un único dirigente, sino que el éxito
depende de varias personas, que pueden contribuir a que haya mayor pluralidad
de ideas.
De esta manera, distintos puntos de
vista fluyen en un mismo proyecto. Por tanto, esto, a su vez, también puede
acarrear una serie de problemas. Al haber distintas perspectivas, puede haber
también falta de acuerdo, e incluso enfrentamientos entre las diversas partes
del equipo. Todo ello puede conducir a diversos problemas de coordinación,
organización, planificación y administración de las tareas y recursos del
grupo. Esta postura choca con la teoría de las “multitudes inteligentes” o Smart
Mobs, que defienden algunos autores como Howard Rheingold6.
Es
precisamente de una lógica descentralizada de la que derivan estas trabas. Sin
embargo, pese a ello, la forma contraria (proyecto dirigido por un líder)
también puede llevar a una serie de problemas, como pudieran ser los abusos de
poder. Por tanto, ¿cuál es la solución? No podemos concluir que el fenómeno crowd sea algo milagroso, a pesar de los
beneficios que aporta. Tiene sus pros y sus contras, por lo que no conviene
edulcorarlo. Por ello, es preciso introducir en el fenómeno crowd una cierta centralización. Sin
embargo, esta debería estar regulada, controlada y dirigida por varias manos,
como es propio del conocimiento abierto y de la colaboración colectiva. Además,
las nuevas tecnologías son una vía para hacer frente a dichos problemas de
coordinación y planificación.
Principales referencias y notas a pie de página