sábado, 26 de marzo de 2016


POLÍTICA PÚBLICA: ¿HECHA POR LA GENTE?

            Un Gobierno Abierto se podría definir como un gran edificio que se sustenta sobre tres pilares fundamentales: transparencia, participación y responsabilidad. El principal objetivo es que el gobierno trabaje con y para la gente; por lo que pretende combatir la corrupción y aumentar la calidad de ámbitos que conciernen a todos, como la educación, la sanidad y la seguridad.



En primer lugar, la transparencia hace referencia a que la información sobre entes administrativos sea accesible al público, salvo algunas restricciones muy limitadas. Por supuesto, la transparencia está relacionada con el derecho del público a conocer y acceder a la información; e incluye datos de todas las administraciones públicas, tanto nacionales como internacionales, y de sus distintas funciones y facetas públicas (legislativas, judiciales, etc.). En el caso de España y de otros países se excluyen los secretos de Estado, con el fin de preservar la seguridad y protección nacional, y datos personales, que puedan violar la intimidad de ciertas personas o vayan en contra de la ley de protección de datos personales. No obstante, uno de los principios de la transparencia es que “el secreto es la excepción”, y estas excepciones deben estar definidas por la ley del propio país. Salvo estas restricciones, el resto de la información debe ser pública, de tal manera que se debe publicar información considerada esencial para entender el funcionamiento de las instituciones públicas, sin necesidad de una solicitud previa. En efecto, la información pasa a ser de todos, por lo que debe ser libre para reutilizarse y libre de cargas, es decir, no se ha de basarse en pagos o licencias para conseguir la información, pues es algo que concierne a todos. Para facilitar este proceso, y que los datos lleguen a todos, la información se debe ordenar de manera clara, concisa y por fechas; ha de incluir las ramas ejecutiva, legislativa y privada que cumplan con funciones públicas, y deben existir formatos accesibles desde el punto de vista técnico (open formats) para conseguir un mayor acceso a la información y mejorar su distribución. No obstante, no basta con la mera publicación de datos, sino que estos se deben regir por un mecanismo de comprobación; o, dicho de otra manera, un organismo independiente ha de revisar mediante investigaciones que la información sea correcta.


En segundo lugar, la participación se define como la participación e involucración de los ciudadanos: el público puede tomar en consideración determinadas decisiones y contribuir a nuevas ideas. En definitiva: puede participar de las decisiones del gobierno. Por lo tanto, para ello, debe haber oportunidades, no solo de acceso a la información para todos, sino también de participar en la toma de deiciones, incluyendo a individuos, sociedades civiles y accionistas particulares. La información debe ser clara, comprensible, transparente y disponible para el público, para una participación efectiva; por lo que transparencia y participación son conceptos más bien interrelacionados. De igual manera, debe existir tiempo suficiente para acceder a la información, procesarla y revisarla. Todo ello implica una interacción constante entre el público y las entidades, mediante diversos formatos: no solo a través de Internet, también mediante otros medios, como las conferencias. Se trata de que el público, y en general los ciudadanos, tengan influencia en el proceso de la toma de decisiones, lo que hace que aumente el pluralismo y dé al público una sensación de “empoderamiento”.

            Finalmente, la responsabilidad abarca un buen comportamiento e integridad en la toma de decisiones, para lo que, lógicamente, se requiere de reglas y regulaciones (para evitar comportamientos corruptos). Para ello, es necesario un organismo independiente, que no mantenga ningún tipo de vínculo con el Gobierno ni con cualquier administración pública. Dicho organismo debe revisar, investigar y comprobar que los datos publicados sean correctos, y que no haya malversación de fondos. Para conseguir un funcionamiento correcto, esta supervisión puede llevarse a cabo mediante infiltrados o soplones. En definitiva, este tipo de organismos deben encargarse de que haya una transparencia y responsabilidad reales.

Fuente: Open Government Partnership

En el caso concreto de España, se intenta perseguir este Open Government con la Ley de Transparencia 19/2013, a la que ya hacíamos referencia en este blog en la entrada Información y cultura: de todos y para todos. Esta ley pretende poner en práctica el artículo 105 de la Constitución Española, que dice así:
La ley regulará:

a) La audiencia de los ciudadanos, directamente o a través de las organizaciones y asociaciones reconocidas por la ley, en el procedimiento de elaboración de las disposiciones administrativas que les afecten.

b) El acceso de los ciudadanos a los archivos y registros administrativos, salvo en lo que afecte a la seguridad y defensa del Estado, la averiguación de los delitos y la intimidad de las personas.

c) El procedimiento a través del cual deben producirse los actos administrativos, garantizando, cuando proceda, la audiencia del interesado.

            Esta ley está, por lo tanto, relacionada con el derecho de los ciudadanos a acceder y solicitar información a las administraciones y asociaciones dependientes de entes públicos. Por ejemplo, en la página oficial madrid.org aparecen toda una serie de estadísticas y boletines oficiales, e incluso un único apartado titulado Transparencia, en el que los ciudadanos pueden solicitar información de distintos tipos, como económica o jurídica. Esta solicitud ha de realizarse sin establecer los motivos que llevan a ella, y las publicaciones se realizarán directamente en la página web. No obstante, como ya mencionábamos en la otra entrada de este blog, algunas asociaciones sostenían que esto era insuficiente y reivindicaban cambios y nuevas peticiones. Entre estas nuevas demandas encontramos una información más detallada en lo que respecta a contextos locales, financiación política y procesos judiciales; así como un acceso directo a datos sin la necesidad de realizar una solicitud. De igual manera, pedían una mayor revisión, inspección y control de dichos datos. Algunas de estas reclamaciones fueron llevadas a cabo por OKE o por la Coalición Pro Acceso (Access Info Europe, APDHE, Greenpeace España, etc.). Dentro de esta coalición, destaca sobre todo la asociación Access Info Europe, pues, de hecho, fue esta la que se preocupó en 2012 por definir el término de Gobierno Abierto y su importancia para la sociedad civil. Por ello, inició un proyecto, y, a la altura de 2013, presentaron su iniciativa a la OGP (Open Government Partnership). Además, ha participado en otros, junto con la Fundación Ciudadana Civio, como “¿Dónde van mis impuestos?” o “España en llamas”.


            Este tipo de demandas no son exclusivas de España, sino que también se han dado en otros países, lo cual ha dado lugar a una nueva legislación ligada al concepto de Open Government. De esta manera, el concepto de Gobierno Abierto se va adaptando a las necesidades de cada país. Por ejemplo, en Tanzania, como el agua es un recurso escaso, la población tiene la posibilidad de enviar mensajes al gobierno, cuando la población se quede sin reservas de agua. En el caso de otros países, como Chile o Brasil, los nuevos proyectos se han basado en combatir la corrupción y en la publicación de datos sobre la financiación de los partidos políticos. Por ejemplo, en Brasil, con sus denominados Presupuestos Abiertos, se realiza una publicación de gastos en línea en tan solo veinticuatro horas. Algo parecido sucede en otros países, como en México, con su denominado IFAI.


            No obstante, como mencionábamos al principio, la lucha contra la corrupción, aunque sea uno de los principales objetivos del Open Government, no es el único: aumentar la calidad de la educación, la sanidad y la seguridad también se encuentran entre estos objetivos. Para ello, es importante la transparencia, la participación y la responsabilidad: debe haber una interacción entre los ciudadanos y el gobierno. Dos claros ejemplos de ello son EEUU y Reino Unido. Por un lado, en EEUU los ciudadanos pueden captar problemas, como puede ser un crimen o un accidente, con el móvil, y después ponerse en contacto con el Gobierno, de tal forma que la respuesta del Gobierno puede ser monitoreada en línea, por lo que esta es una vía para aumentar la seguridad de los ciudadanos. Por otro lado, en Reino Unido, entre la información publicada por Open Data (`Datos Abiertos´) hallamos algunos datos de tipo sanitario, como las operaciones de corazón realizadas con éxito. Esta es una posibilidad de realizar una comparación entre hospitales y de que aumente la competencia entre ellos. De hecho, se calcula que así la tasa de supervivencia ha aumentado un 50%, por lo que se trata de un claro ejemplo en el que se ha conseguido aumentar la calidad en la sanidad.

            Algunos asociaciones, como Oaxtransparente, han llegado a realizar afirmaciones como la siguiente: “la ecuación es sencilla: transparencia + participación = rendición de cuentas, efectividad y eficiencia”. Está claro que un Gobierno Abierto es un factor clave para la lucha contra la corrupción y la mejora de ámbitos tan importantes, como la educación o la sanidad. Sin embargo, enunciaciones como la mencionada, que parecen presentarse como “una fórmula milagrosa”, se acercan al espacio de lo utópico, pues está claro que algunas de estas medidas no han sido suficientes para lograr los objetivos deseados. Sin ir más lejos, España se nos presenta como un ejemplo: la Ley de Transparencia 19/2013 no ha sido suficiente para acabar con la corrupción que azota con fuerza en este país. Bárcenas, Rato o Urdangarín son buenos representantes del lastre de la corrupción en la política española. De igual manera, las mareas blanca y verde que han tenido lugar en España muestran el descontento de la población civil hacia los recortes presupuestarios del Gobierno en los ámbitos de la sanidad y la educación, por lo que son demandas en la mejora de la calidad. Por ende, debemos tener cuidado con el doble filo de la Ley de Transparencia, pues puede ser una mera herramienta del Gobierno para aumentar la confianza de la población hacia este, cuando en realidad los supuestos objetivos que se persiguen no se están llevando a la práctica. De igual manera, el Gobierno Abierto puede fracasar por la otra cara de la moneda: los ciudadanos. Es probable que haya una falta de participación activa, pues la Ley de Transparencia en España no desembocó en la oleada masiva de solicitudes de información pública que se esperaba; y está claro que el ciudadano medio no se dedica a investigar los presupuestos y gastos del Gobierno. De esta manera, la transparencia, la participación y la responsabilidad, aunque sean principios básicos para el funcionamiento del sistema democrático, pueden fracasar si no van acompañados por una serie de medidas, como un aumento de conciencia de la población civil sobre su importancia o del denominado lobbying for transparency (“presión para la transparencia”).



jueves, 17 de marzo de 2016

¡SIN VOZ NO HAY PERIODISMO!

Es frecuente pensar que la censura está íntimamente ligada a los países que se encuentran en guerra, como es el caso de Siria. Sin embargo, a nivel general, el Informe anual de Reporteros sin Fronteras de 20151 refleja que un 64% de los periodistas asesinados se dieron en países que no estaban en confrontación bélica. En este caso, una de las principales causas de esto ha sido la amenaza generalizada del terrorismo del radicalismo islamista, que se ha dado sobre todo en Oriente Medio, Europa, África y Asia. Este Informe refleja que 2015 ha sido un año en el que el periodismo ha estado marcado por la amenaza de ISIS, una asechanza para toda la libertad de expresión e información, aunque no es esta la única causa de dicha situación.



Este Informe, para graduar de alguna manera el grado de libertad de expresión e información que existe atiende a varios criterios, como el número de periodistas muertos o periodistas encarcelados2. Por una parte, los países con más periodistas muertos han tenido durante el año 2015 son, en este orden, los siguientes: Irak (10), Francia (8), Sudán del Sur (6), Siria (6) y Yemen (5). En los casos de Irak y Siria, ambos son considerados por este informe como los más mortíferos y peligrosos para los profesionales de la información, y la principal causa es el azote del terrorismo yihadista, que no duda en decapitar periodistas, como fue el caso de Kenji Goto, para sembrar el terror en todo el mundo. En Irak estos terroristas se encuentran en una confrontación constante con el Gobierno, que actualmente está encabezado por Fuad Madum3; mientras que en Siria esta amenaza se une a una guerra que a día de hoy se ha alargado cinco años, entre el Gobierno de Al- Assad y la oposición. Debido a este terrorismo, numerosos periodistas han sufrido decapitaciones, defenestraciones y crucifixiones. Por ejemplo, el periodista estadounidense James Foley murió decapitado en Siria, en 2014, por el autodenominado Estado Islámico4. En el caso de Francia, el atentado terrorista de Charlie Hebdo fue la principal causa de estas muertes, pues murieron varios caricaturistas. Sin embargo no es esta la única causa, tal y como mencionábamos al principio. Otra de las principales causas es la propia inestabilidad interna y violencia de estos países. En el caso de Sudán del Sur está profundamente marcado por una guerra civil interna entre dos grupos étnicos distintos (los dinka y los nuer), unidos en un mismo país de acuerdo a los intereses coloniales europeos5, mientras que en Yemen tampoco existe una estabilidad: en Yemen la violencia de las milicias de hutíes-chiitas, que han secuestrado a numerosos periodistas y civiles, se une a los bombardeos de Arabia Saudí6.



Por otra parte, de acuerdo en el siguiente criterio (número de periodistas encarcelados), en total en 2015 se calcula que hubo 155. Los principales países con mayor número de periodistas encarcelados fueron: China (23), Egipto (22), Irán (16), Eritrea (15) y Uzbekistán (9). En los casos de China y Egipto, estos países se consideran, según el Informe al que nos estamos refiriendo, las mayores cárceles del mundo para los informadores, en los puestos primero y segundo, respectivamente. El caso de China es uno de los más significativos, pues es el mayor impulsor de tecnología pero a la vez el que más vigilancia y censura establece. La censura a la página web 64Tianwang, que se dedica a temas sociales, el encarcelamiento del periodista económico Wang Xiaolu o la extraditacion del caricaturista Jiang Yefei son solo algunos ejemplos de ello7. En Egipto hay un férreo control y censura sobre la prensa, dentro del régimen represivo de Al-Sissi, que utiliza estas herramientas en oposición de los Hermanos Musulmanes y del resto de oposición. De igual manera, en otros países como Irán (el tercer país del mundo con mayores periodistas encarcelados) y Arabia Saudí, el periodismo sufre la dura represión del Gobierno: el encarcelamiento, la pena de muerte o un castigo con latigazos son algunas de las respuestas ante cualquier postura de oposición contra el Gobierno, cualquier actitud laica, o incluso hacia cualquier tendencia dentro de su ideología que cuestione mínimamente algo de lo estipulado. Algo similar sucede en Eritrea, un país situado al este del continente africano, en donde el gobierno de Isaías Afewerki (presidente desde la década de los noventa del siglo pasado) penaliza cualquier oposición a su régimen. De hecho, según un artículo de El Diario que data de 20138, es difícil obtener información del país pues sus fronteras son prácticamente herméticas y no existen medios de comunicación privados, es decir, el Gobierno controla el monopolio de la información. Únicamente conocemos su situación por las oleadas de emigrantes que logran huir del país o por los testimonios de escasos periodistas, como Léonard Vincent. También en Uzbekistán, situado en Asia central, la situación es parecida: existe un régimen represivo encabezado por un presidente (Islom Karimov), que se encuentra en el cargo desde que este país consiguió la independencia en la década de 1990, y que ha conseguido concentrar el poder en su persona y en su partido político, así como monopolizar el mundo de la información nacional. Además, esto se une a la amenaza del terrorismo yihadista, pues este país es uno de los principales aliados de EEUU9.

            Por consiguiente, el Informe Anual de Periodistas sin fronteras recalca la amenaza que el terrorismo yihadista supone para la libertad de expresión e información, y, aunque esta enunciación es correcta, no se puede afirmar que sea la única causa. Es cierto que el terrorismo yihadista, como menciona el informe, tiene un concepto de periodistas independientes como `soldados enemigos´, pero conviene matizar que, aunque este sea uno de los terrorismos que más aliente la represión del periodismo, no es el único existente: no solo es terrorismo el grave atentado del 11-S, sino también es terrorismo el conjunto de bombardeos de EEUU y otros países a países orientales y africanos. Además, como hemos ido analizando en los diferentes casos explicados, el terrorismo y el conjunto de grupos radicales armados no es el único factor que contribuye a esta situación, sino que estos aspectos se aúnan a factores políticos, económicos y sociales. En definitiva, la concentración de poder en un régimen autoritario y dictatorial determina el control de toda una población y economía que se nutre de la censura y la violencia para afianzar esta posición, azotando con dureza la libertad de expresión e información, que en algunos países es inexistente (véase el caso de China). Por ejemplo, en México, el país más peligroso de su continente, la censura viene ligada a la propia corrupción del régimen, de las mafias y de los políticos locales. Por supuesto, para que toda una información salga a la luz en países tan represivos o en zonas en conflicto, es necesaria la labor de enviados especiales, corresponsales y periodistas independientes (free lances), que en muchos casos viven en primera persona situaciones muy duras, como puede ser una guerra o una crisis humanitaria. Por ejemplo, Antonio Pampliega es uno de estos free lance, que ha trabajado sobre todo en Siria y que, tras ser secuestrado allí, junto con sus compañeros, apenas hay noticias de ellos10.

Antonio Pampliega: “Mientras me quede aire volveré a narrar el horror de la guerra”

En este contexto, en algunos países las tecnologías juegan, en gran parte, un papel protagonista, que tiene un doble filo. Por un lado, pueden ser los monasterios que den cobijo y culto a la libertad de información y expresión. Por ejemplo, grandes redes sociales, como Facebook o Twitter, fueron fundamentales en la denominada Primavera Árabe, pues contribuyeron a la difusión de nuevas ideas democráticas a favor de la libertad, y a la organización de las manifestaciones que tuvieron lugar en algunos países. No obstante, por otro lado, pueden ser el cimiento de censura y control por parte del Gobierno, que puede localizar más fácilmente a los integrantes de este tipo de organizaciones, o a disidentes u opositores. De esta manera, países como China, Irán o Siria, destacan por su alto número de internautas encarcelados (84 en China, 19 en Irán y 17 en Siria, según el Informe anual de 2015 de RSF).




sábado, 5 de marzo de 2016

NI AMA, NI ESCLAVA: LIBRE

            A continuación, analizaremos la situación general de las mujeres, en concreto en Egipto, principal punto de mira del activismo feminista que actualmente se está desarrollando e impulsando en el mundo arábigo y en el norte de África. Las principales preocupaciones de este tipo de activismo, relacionado con las nuevas tecnologías (ciberactivismo), se centran en los siguientes puntos: la violencia y abusos sexuales contra las mujeres, la falta de acceso político de las mujeres, algunas prácticas sociales sexistas y machistas, así como el analfabetismo femenino.

En primer lugar, la estadística revela datos alarmantes sobre la violencia que sufren las mujeres diariamente en los países arábigos. En el caso concreto de Egipto, según el ECWR (Centro Egipcio para los Derechos de las Mujeres), en 2005 se registraron 55 violaciones por día, y parece que en 2013 la situación apenas mejoró: el 83 % de las mujeres afirmaron haber sufrido abuso sexual, el 62 % de los hombres reconocieron haberlo cometido y el 61,4 % afirmaron haberse negado a ayudar a las víctimas1. Sin embargo, el gobierno no solo no da el apoyo suficiente a las mujeres, sino que incluso existe una justificación de estas agresiones por parte de las fuerzas armadas y del propio Estado. De hecho, según el Centro Nadeem de los Derechos Humanos, OpAntiSH e incluso algunos testimonios en primera persona, el propio gobierno paga por las violaciones de mujeres que participan en manifestaciones, en el contexto de protestas contra Mohammed Morsi. Inclusive, se llevaban a cabo estas sangrientas y brutales violaciones por parte de las fuerzas armadas. De esta manera, hay un mecanismo de exclusión de las mujeres que intentan participar en la vida política, utilizando como principal herramienta la violencia física y las agresiones sexuales. Esta situación se justifica culpando a las propias víctimas, una mentalidad que está profundamente arraigada a la sociedad egipcia. Se considera, tal y como afirmó el clérigo Abu Islam en TV: “Las mujeres que van a protestar a Tahrir son prostitutas que buscan ser violadas”2.


Rena effendi, fotógrafa egipcia, tras ser agredida en El Cairo (2011)

Según Naciones Unidas y periódicos, como La Nación, toda esta violencia se aúna a los matrimonios forzados y a la venta de mujeres esclavas al Estado Islámico3; y, según Human Rights Watch, también a las “pruebas de la virginidad” y a las ablaciones del clítoris. Por una parte, las “pruebas de la virginidad”, como la “prueba de los dos dedos”, además de constituir una clara práctica sexista y machista, no ofrecen ningún tipo de conocimiento científico sobre las relaciones sexuales de la mujer, como menciona la OMS. De acuerdo con el OMS4, el himen no siempre se rompe con la primera relación sexual, sino que puede romperse por otras causas. Por otra parte,  tal y como afirma UNICEF5: “Se calcula que 70 millones de niñas y mujeres actualmente en vida han sido sometidas a la mutilación/ablación genital femenina en África”. En el caso concreto de Egipto, estamos hablando del 91% de las mujeres. Se trata de una práctica de tradición africana que según esta última fuente se practica por diversas razones: sexuales (evitar sentir placer), sociológicas (paso de niña a adulta), estéticas (los genitales femeninos se consideran antiestéticos), y de salud (existe la creencia de que con esta práctica aumenta la fertilidad y la seguridad en el parto). Las consecuencias de ello son las muertes de numerosas niñas y mujeres, que suelen morir desangradas, o por la contracción de algún tipo de infección o de enfermedad.

Con respecto al analfabetismo femenino, se ha dicho que ha disminuido en los últimos años en el mundo arábigo, pero también, según la UNESCO y la Revista EAD (Educación de Adultos y Desarrollo): “Las mujeres de otros cinco países (Irak, Egipto, Mauritania, Marruecos y Yemen) no pudieron celebrar ninguna mejoría: sus tasas de analfabetismo están todavía en un nivel entre el 50 y el 67 por ciento”6.

El feminismo egipcio combate en contra de toda esta situación, que algunos consideran que “va incrustado” o adherido a la Revolución de 2011 o “Revolución Blanca”, que forma parte de la denominada Primavera Árabe7. No obstante, el feminismo egipcio se había iniciado ya a principios del siglo XX8, algunos estudios sostienen que se inició en el contexto de oposición a la ocupación británica, cuando las mujeres se empezaron a incorporar al mundo laboral y educativo. La Unión Feminista Egipcia, creada en 1923, abogaba por la igualdad de género y se oponía a la interpretación patriarcal del Corán y de la Sharia en Egipto, que se amparaba con el Estatuto Personal Musulmán. Huda Shaarawi fue un ejemplo de mujer perteneciente a esta unión y una de aquellas mujeres que impulsaron un nuevo pensamiento9, que a su vez en 1956 desembocaría en una reforma constitucional por la cual las mujeres pudieron votar. Más adelante, en el año 2000 se creó la CNM (Consejo Nacional de la Mujer), cuyo principal objetivo es “la potenciación social, política y económica de la mujer”10.



Ya en el año 2011 la Revolución, que defendía principios como la justicia y la igualdad, presentó algunos tintes feministas. El periodismo aquí jugó un papel fundamental, pero a veces se veía silenciado por la censura del gobierno. Lora Logan es una periodista sudafricana que fue enviada a la Plaza de Tahrir, donde vivió en primera persona los vaivenes de la revolución y las fatales consecuencias de ser mujer en un país eminentemente machista, donde sufrió una violación multitudinaria11: el activismo feminista seguía siendo tan solo una parte de la revolución. Shahira Amin también es otra periodista, en este caso egipcia, cuyos reportajes sobre la ablación femenina y las “pruebas de la virginidad” tuvieron un gran impacto, y concienciaron a gran parte de la población de los peligros de estas prácticas machistas12. Sin embargo, puesto que el periodismo era silenciado, este activismo feminista vino de la mano de Internet y las grandes redes sociales, lo cual se denomina ciberactivismo. Los ideales revolucionarios feministas se consiguieron difundir en gran parte a través de estos medios digitales. Por ejemplo, destacó la actuación de la periodista egipcia Asmaa Mahfouz en Internet13, quien recibió incluso el Premio Sájarov. 



Sin embargo, tras el triunfo de la revolución, por el cual se derrocó el régimen de Hosni Hubarak, en el comité para la elaboración de la nueva constitución no participaron mujeres, lo que originó nuevas protestas de carácter feminista. Actualmente, Egipto cuenta con un régimen bastante autoritario, encabezado por Al- Sisi. Este último protagonizó un golpe de estado, por el cual se convirtió en presidente, supuestamente bajo las “demandas del pueblo”14. No obstante, ha silenciado la voz de los protestantes y numerosas manifestaciones, entre ellas las feministas. Ante esto, Internet de nuevo toma las riendas de la revolución, con el ciberactivismo. Aliaa Magda al Mahdy, una activista egipcia feminista, es un buen ejemplo de ello, estudiante de Ciencias Políticas y una de las principales integrantes de FEMEN15.


Entrevista a Leila Nachawati, especialista en comunicación y DDHH e Oriente Medio (2011)

Como conclusión, se podría afirmar que el machismo en Egipto está profundamente entretejido a la mentalidad social. La mujer es tratada como un ser inferior, que sufre día tras día verdaderas atrocidades y vejaciones. La unión entre feminismo y ciberactivismo puede ser apta para mejorar esta situación, pero está claro que la igualdad entre hombres y mujeres en Egipto todavía es una realidad abstracta. Egipto es un lugar donde la condición de ser mujer, que no tendría que ser ningún tipo de condición, determina todo un modo de vida. En este contexto, las mujeres, como Nawal Al-Saadawi, que han sacado a flote toda esta ideología feminista, se han de calificar como verdaderamente valientes, en un contexto en el que podían sufrir cualquier tipo de represalias; y son estos los eslabones que van cambiando mínima o agigantadamente la historia. Por ejemplo, la ya mencionada Asmaa Mahfouz sufrió, tan solo por defender la igualdad entre mujeres y hombres, una serie de amenazas. También otra de las valientes activistas egipcias, Nawal Al-Saadawi, perdió algunos de sus trabajos en medicina, por su activismo a favor de los derechos de la mujer16. Conseguir una mayor participación política, conseguir la misma igualdad de oportunidades, tanto laborales como educativas, o el simple hecho de poder salir a la calle sola, y libre, son verdaderos retos para las mujeres egipcias, a las que se arrebata numerosos derechos y libertades. Una mujer no tiene la culpa de sufrir violencia doméstica ni ningún tipo de agresión: ¡basta ya de discursos paternalistas que culpabilizan a las propias víctimas! ¡La lucha ha de continuar! Y la lucha ha de continuar no solo en Egipto, sino también en el resto del mundo, pues conviene matizar que el machismo no es algo exclusivo de Egipto, también está presente en las sociedades occidentales. Como menciona Nawal Al-Saadawi, “el mundo entero ha fracasado en conseguir la igualdad”.
                                    

Principales referencias

















INFORMACIÓN Y CULTURA: DE TODOS Y PARA TODOS

El término conocimiento abierto se podría definir como `la apertura a datos y contenidos´, pero no solo incluye el acceso libre a esta información sino también la capacidad de modificarlos y de ser partícipe de la información1. Por consiguiente, está relacionado con el derecho y libertad de la información, lo cual se recoge en el artículo 20 de la Constitución Española2. A continuación, analizaremos primero el panorama legislativo español, con respecto a estos ámbitos, y posteriormente, las nuevas demandas e iniciativas de varias asociaciones.

En primer lugar, conviene matizar que en el caso de la Constitución Española dicho derecho está ligado al concepto de `dar y recibir información´, pero no tanto entendido como hacer llegar a todos los ciudadanos la información, sino más bien con el requisito de la veracidad y también con la creación de medios de comunicación, tal y como se explica en concreto en el apartado d del artículo 20.1, para mantener la pluralidad de estos3. Por un lado, a la libertad de información se le exige veracidad pues se considera que está al margen del ámbito de la opinión, y es uno de los requisitos fundamentales de los periodistas, a los que se les exige el contraste de fuentes. El objetivo de esta es la formación de una opinión pública libre para el correcto funcionamiento de la democracia. Por otro lado, aunque en un principio se defienda esta pluralidad, como lo hace el Tribunal Constitucional, a favor de garantizar esta creación, en la práctica la creación de medios está limitada por unas condiciones técnicas y económicas (se requiere de grandes inversiones). Todo ello supone un riesgo de monopolización del mercado de la información, como queda patente en el duopolio televisivo de Mediaset y Atresmedia. Por ello, es importante salvaguardar la pluralidad. 
¡Sin libertad de información no hay democracia!

Aunque la Constitución Española ofrezca este enfoque, en el caso de España también se “ha intentado” relacionar los términos dar y recibir información con el de hacer llegar esta a toda la población, tal y como se recoge en el artículo 105 de la Constitución Española4. Estos intentos se reflejan en la Ley de Transparencia de 2013 que ofrece la posibilidad de solicitar información a las administraciones y asociaciones públicas, así como a los partidos políticos. En la solicitud no hay la necesidad de establecer los motivos que han conducido a esta, y los datos se hacen públicos directamente en la página web. No obstante, no se publicarán datos que puedan vulnerar otros derechos, como el derecho a la intimidad. Además de esta limitación, esta ley y en general la libertad de expresión e información están restringidas por varios casos: los casos de alarma, excepción y sitio; supuestos en los que el mantenimiento del orden público pueda verse alterado; y casos de los secretos oficiales o secretos de sumario5.

"Gobierno de España lanza dudoso portal de transparencia", Hispan TV (2014)

Todas estas medidas son consideradas insuficientes por algunas asociaciones, que defienden no solo el acceso a estos datos de carácter público o político, sino también el concepto de conocimiento abierto en general. Por ejemplo, con respecto a la Ordenanza de Transparencia del Ayuntamiento de Madrid, han aparecido nuevas demandas, llevadas a cabo por la Coalición Pro Acceso: aumentar los detalles de la información y realizar publicaciones en un plazo de tiempo menor, que hasta ahora es trimestral6. Dicha coalición tiene como principales objetivos los siguientes, tal y como se recoge en su página web oficial7: la publicación de datos de entidades públicas, con la colaboración de los funcionarios (en algunos casos sin la necesidad de una solicitud); pero llevado a cabo por un órgano independiente, por el cual la negación de datos debe ser algo puramente excepcional. Dentro de esta coalición se encuentran asociaciones destacadas como Access Info Europe, APDHE (Asociación Pro Derechos Humanos en España) o Greenpeace España. Además, otra de las asociaciones que también lucha por peticiones como estas es OKE (Open Knowledge España). La principal coordinadora del OKE es Alba Gutiérrez, que defiende los estándares internacionales de transparencia, integridad, participación y acceso8. Para ello, estos estándares se basan en una regulación: publicar datos del contexto local e información sobre la legislación, los procesos judiciales y la financiación política9. No obstante, no solo basta con la publicación de estos datos, sino que, además, hay que realizar una revisión periódica de los mismos. Según afirman estas asociaciones, todo ello forma parte de los derechos de la población o la sociedad civil, que también quiere formar parte de esto. Por ejemplo, una muestra de ello nos la ofrece OKE10, con una serie de peticiones, en 2015, llevadas a cabo por Ingenieros Técnicos Informáticos, con el objetivo de participar en la toma de decisiones informáticas del gobierno en los centros docentes de Extremadura. Además de estas implicaciones, OKE ya ha realizado varios eventos. Por ejemplo, en 2015 los socios se reunieron en una asamblea en Zaragoza11, y también ese mismo año realizaron su Conferencia Anual de Periodismo de Datos y Datos Abiertos, en varias ciudades españolas, como Madrid, Barcelona o Almería12. Persiguiendo dichos principios internacionales, luchan en contra de las patentes de software13, que hacen que el acceso a la información sea más restringido. Sin embargo, esto es un tema polémico, pues hay otra parte de la población que considera esto una violación e intromisión ilegítima de sus derechos de autor. Por tanto, uno de los principales conflictos es la confrontación entre la propiedad intelectual y el acceso libre a la información. Finalmente, otra de las actuaciones del OKE es la petición de fondos europeos para realizar actividades en común con otras organizaciones, como Wikimedia o Arduro, para conseguir una mayor accesibilidad de datos y un periodismo más libre14. Por consiguiente, OKE es un ejemplo más de organización que lucha bajo el lema lobbying for transparency (`presión para la transparencia´), al igual que Access Info Europe.




            Este tipo de asociaciones y organizaciones no se limitan únicamente a los datos políticos que han de tener un carácter claramente público, sino que el conocimiento libre tiene también muchas facetas más, como la ciencia o la educación. Por ejemplo, la REBIUN (Red de Bibliotecas Universitarias Españolas) es una comisión que actúa desde 1998, formada por universidades del CSI y el CRUE, que lucha por un mayor acceso a la investigación científica. Está claro que, si esto es posible, traería mejoras, pues facilitaría el conocimiento y entendimiento científico, lo que a su vez impulsaría nuevos proyectos e inventos para hacernos la vida mucho más sencilla. De igual manera, esto se podría aplicar a la formación educativa de numerosos jóvenes, aunque está claro que Internet ha supuesto un avance para ello. Se considera que Wikipedia ha facilitado esta labor, pues en 2015 recibió el Premio Princesa de Asturias de cooperación15. Wikipedia se constituyó en 2001 y está formado actualmente por numerosos voluntarios. No obstante, pese a sus mejoras, pues cuenta con sistemas de corrección, todavía faltan algunos aspectos por mejorar, pues ciertos artículos sí que presentan datos incorrectos (anacrónicos, falsos, etc.).



Como conclusión, el acceso a la información y a la cultura es un derecho, por lo que el hecho de que unos puedan acceder a ella y otros no es claramente injusto. Tener acceso a determinada información proporciona más conocimiento y, por tanto, a su vez más libertad. Por ejemplo, si la población tiene acceso a la financiación de los partidos políticos, esto puede ayudar a forjar una opinión más consolidada que ayude a la toma de decisiones. La transparencia debe ser, consecuentemente, uno de los principios básicos de la sociedad democrática, tal y como menciona la asociación Ciudadano Inteligente16, para que ayude a tener una igualdad de oportunidades (en este caso en referencia al acceso de la información) y mantener la pluralidad. No obstante, no solo estamos haciendo referencia a información política, sino también a información científica, periodística y cultural, que facilite el desarrollo educativo y la formación profesional de los ciudadanos, para que esto a su vez desemboque en progreso. Tener el mismo acceso a la información y cultura se traduce, en última instancia, en una mayor igualdad de oportunidades. Por ello, a mi juicio, es necesario, que el Gobierno tome nuevas medidas y proyectos que lo faciliten, tales como aperturas y financiación de nuevas enciclopedias digitales. No obstante, otra parte considera injusta un acceso total y gratuito a determinadas obras (científicas, literarias, periodísticas, etc.), pues viola sus derechos de propiedad intelectual (de autor, de intérprete o de Copyright). Ante esto, una posible solución sería limitar más el plazo de duración de la patente o que el gobierno diera una compensación económica al autor a cambio de un acceso completo y libre de su obra.


Principales referencias y notas a pie de página



3 Guichot, Emilio (coord.), Derecho de la comunicación, Ed. Iustel, 2013. 


5 Guichot, Emilio (coord.), Derecho de la comunicación, Ed. Iustel, 2013.